Cap. 5 ''Perdoname''

Dicho esto, salió de la cocina, tomó sus cosas y salió de la casa, confundido, triste y mas enamorado aún de esa chica que curiosamente también era su mejor amiga. Mientras Cammeron se quedó en la cocina pensando en todo lo que le había dicho John, igual de confundida, triste e igualmente.. Mas enamorada de el, aunque no lo admitiera.
 ¿Por qué diablos había besado a su mejor amigo? ¿Que le sucedía? ¡No estaba enamorada de John! ¡Por supuesto que no!
 Por mas sermones que se daba a ella misma había algo que no podía negar: Nunca antes había sentido algo igual al besar a un chico. 


 -Hola, Cammeron. -Saludó fríamente el señor Stuart cuando entró a su ''hogar''.
 -No me gusta que me llamen Cammeron.
El señor Stuart miró extrañado a su hija.
 -Pues... Así es como te llamas... Cammeron.
 -Si... Desgraciadamente, pero no te preocupes, ''Cammeron'' me dicen las personas a las que no les tengo la mínima confianza, con las que no comparto nada. Tu entras en esa lista de personas. -La chica caminó rápidamente a su habitación y cerró de un portazo, dejando a su padre confundido en la sala de estar... Pero no le dio importancia y comenzó a leer el Liverpool Echo ((Periódico)).
 Aquella noche, Cammy se fue a dormir... Sin dejar de pensar en John. Y en Mendips, en Menlove Avenue, a unos pocos kilómetros de la casa de Cammy, John estaba acostado en su cama, sin poder conciliar el sueño mientras rasgaba distraídamente las cuerdas de su guitarra pensando en los labios que había besado esa tarde.


 Era domingo, Cammy y John no se veían desde el Viernes. Generalmente John iba a buscar a Cammy los fines de semana porque ''No tenía nada mejor que hacer'' . Pero dados los sucesos recientes, ninguno de los dos querían verse... Ya fuera por resentimiento o mas bien.. Por vergüenza.


 -Linda... ¿Estas bien? -Preguntó Mary, la madre de Cammy mirando con preocupación a su hija.
 -Si... -Murmuró la muchacha con la vista clavada en el suelo y casi sin prestarle atención.
 -Es un milagro que John no haya venido a buscarte o tu a el... ¿Les pasa algo?
 -No... -La señora Stuart paró de hacer lo que estaba haciendo y se sentó junto a su hija.
 -Dime que te pasa, Cammy. -La muchacha levantó la vista y miró a su madre, que la veía fijamente a los ojos. Sabía que podía confiar en ella.
 -Le gusto a John... -Murmuró apenas audible.
 -Bueno... Eso no es una novedad, lo he sabido desde que eran niños. -Sonrió Mary.
 -¡Mamá! Esto para mi no es algo por lo que tenga que reír. John es mi mejor amigo. -Se quejó Cammy.
 -Bueno... -Dudó- Eso es una ventaja, significa que hay alguien que te quiere por lo que eres, no por tu físico o tu apariencia. John te conoce muy bien.
Cammy medito unos segundos, mientras su madre la miraba... Después de un rato volvió a hablar.
 -Me besó... -Susurró, y sin poderlo evitar, una sonrisa si dibujo en su pálido rostro. La señora Stuart la miró con felicidad, pero se contuvo. Suspiró.
 -Bueno, eso es algo... Lindo -Dijo vacilando- Y ¿Te gustó que te besara, cariño? -Cammy miró a su madre entre avergonzada y confundida.
 -¡Mamá! ¡Me hablas como si fuera una niña del jardín de niños a quien su ''compañerito'' acaba de besar. -La señora Stuart se puso mas seria.
 -Bueno, Cammy. ¿Te gusta John? -La chica la miró con una expresión indescifrable- ¿Que? ¿No fui lo suficientemente directa?
 -No me gusta John, mamá... Es mi mejor amigo, ya te dije. -Murmuró Cammy con testarudez.
 -Como sea... -Anunció Mary poniéndose de pie- Deberías preguntarte a ti misma que es lo que sientes por John... Además de su amistad. -Entró a la cocina sonriendo y dejó a Cammy allí en la sala mas confundida que los últimos días. 
 La verdad era que la Sra. Stuart sabía a la perfección el comportamiento de John desde niño, Mimi Smith le contaba siempre las quejas de los colegios y demás. Sabía que John era un chico rebelde pero simplemente tenía una simpatía que no podía ser rechazado, sin mencionar que era el tipo de chicos que la derretían de cuando era adolescente. Y por supuesto, si Cammy aceptaba ante si misma que quería a John de otra manera no dudaría en alentarla... No quería que a su hija le pasara lo mismo que a ella: Solo había conocido a su esposo un año y los habían presionado fuertemente hasta que se casaron, aunque el Sr. Stuart era mayor casi 11 años que su esposa y tenían las formas de pensar, de ver la vida y de actuar mas diferentes que se pudieran pensar.


En el 251 de Menlove Avenue en Mendips, John Lennon esperaba ansioso a que su tía se fuera a hacer las compras para que el pudiera hablar por teléfono libremente.
 -John, no quiero que traigas amiguitos de esos rebeldes a la casa ¿Escuchaste?
 -Si, Mimi...
 -No quiero que fumes..
 -De acuerdo.
 -Ni tomes... 
 -Bien.
 -Ni molestes a los vecinos poniendo tu música a mucho volumen.
 -Si, si... 
 -Vuelvo en unas horas. Compórtate. -Dicho esto Mimi salió de la casa y John se dirigió al teléfono, marcó rápidamente y casi con desesperación.
 -Familia Stuart... -Contestó amablemente una voz femenina.
 -¡Señora, Stuart!-Exclamó John. -¿Como está?
 -Hola ¿John?
 -Si,si.. Soy John.
 -Bien, cariño. ¿Como está tu tía?
 -Está bien.. Ya sabe, reprendiendome hasta porque estornudo. -La señora Stuart rió.
 -Me alegra, salúdala de mi parte. -Le pidió
 -Lo haré.. -Vaciló un segundo- Señora Stuart, ¿Se encuentra Cammy?
 -Si, está en su habitación. Dame un segundo. 
 -Gracias. Hasta luego.
 -Adiós, lindo... ¡Cammy! -Se escuchó como llamaba Mary a su hija un poco mas lejos.


 -¿Cammy? -Preguntó la señora Stuart abriendo la puerta de su habitación- Te llama John por teléfono.
 -¿Que? -Saltó la chica que tenía un libro en sus manos.
 -Que te llama John por teléfono.
 -Oh no.. Dile que no estoy...
 -Ya le dije que estás. Ve rápido. -Le ordenó y salió hasta la cocina.
Cammy suspiró fastidiada y fue hasta la salita donde se encontraba el teléfono. Respiró profundamente y habló.
 -¿...John? 
 -¡Cam! -Exclamó un exaltado John.
 -Hola. -Saludó fríamente Cammy recobrando su compostura.
 -¿Podemos.. podemos vernos en la plaza de golf? Quiero hablar contigo. -Le preguntó John mientras cruzaba los dedos.
 -No se si sea...
 -Vamos, no te cuesta nada. 
 -Bien. Te veo allí en quince minutos. -Colgó bruscamente.




Cammy caminaba por la plaza de golf mientras la brisa le hacía el pelo para atrás dejando su rostro libre. No sabía si ya habían pasado los quince minutos, pero estaba muriendo de los nervios, sin saber por qué. Entonces divisó una silueta que se acercaba a ella, sonrió, nuevamente sin poder evitarlo y se quedó quieta dejando que John se acercara a ella, cuando pudieron verse los rostros con un poco mas de claridad...
 -Pensé que no ibas a venir... -Dijo Cammy, John sonrió y se quedó de pie mirándola a unos metros de distancia. Se quedaron en silencio mientras se miraban.
 -Lo siento, Cam. -Dijo al fin John. Cammy sintió como si no pudiera mas, no soportaba estar molesta o lo que fuera con John. Se acercó a el casi corriendo y lo abrazó. John, al principio estuvo un poco sorprendido, pero después no dudó en devolverle el abrazo, mientras ella reposaba su cabeza en su pecho. Ambos cerraron los ojos disfrutando de la compañía del otro y se quedaron así unos minutos, cuando se separaron...
 -John.. Yo lo siento, en verdad. He sido... Yo creo que aveces no se expresarme y lo único que hago es lastimarte, yo solo quiero que... -Respiró hondo y lo miró a los ojos- John, sos muy importante para mi. No quiero perderte. -John sonrió al escuchar esto, tomó la mano de Cammy y la beso con suavidad.
 -Discúlpame por obligarte a sentir cosas que no sientes... -Dijo esta vez John- Tampoco quiero perderte, Cam. Sos mi mejor amiga, ya sabés cuanto te quiero. -Cammy sonrió- Que yo.. s-sienta algo no significa que vos también tengás que sentir... -''¿Como vas a seguir fingiendo, Stuart?'' ''¿Cuanto tiempo mas?'' -Se dijo así misma mientras John hablaba. -Perdoname por querer obli... -Cammy besó a John, no podía mas, era simplemente eso. John le devolvió el beso entre sorprendido y feliz. Aquel beso era intenso, romántico, apasionado y a la vez dulce e inocente. John acercó mas a Cammy mientras la tomaba de la cintura y ella puso una mano en su cuello y la otra en su pecho. No quería separarse de John, no podía.